Gustavo Placer Cervera1
Este domingo 13 de Marzo se cumplieron noventa años del fallecimiento en 1921, en Marianao, del General de Brigada del Ejército Libertador de Cuba Enrique Collazo Tejada, combatiente de la Guerra de los Diez Años y de la del 95. Nacido en Santiago de Cuba, se destacó no solo como militar si no también como político, historiador y periodista y nos dejó a los cubanos, con su vida y obra, un legado de rectitud, honestidad, fidelidad a los principios y amor a la Patria. Llevado a España, con apenas nueve años, por su padrino, ingresó en la Escuela de Artillería de Segovia de la cual se graduó en 1866, tras cuatro años de estudios, con el grado de alférez. Dos años después fue ascendido a Teniente. Al tener contacto con jóvenes compatriotas residentes en España que simpatizaban con la causa independentista, decidió abrazarla, abandonó el ejército español, escapó a Francia y logró embarcarse para Nueva York. Casi inmediatamente, se alistó como soldado en una expedición que desembarcó el 11 de mayo de 1869 al norte de la región oriental de Cuba. Al día siguiente, entró en combate y resultó herido. Poco tiempo después, pasó a ser ayudante del General Máximo Gómez. Participó en numerosos combates y alcanzó el grado de Capitán. Debido a su precaria salud, se le ordenó salir de Cuba. Regresó, procedente de Estados Unidos, en septiembre de 1875 reincorporándose al Ejército Libertador en Camagüey. En abril de 1877 fue ascendido a Comandante. En 1878, cuando se firmó el Pacto del Zanjón, Enrique Collazo no estuvo de acuerdo con él, pero lo acató disciplinadamente. Partió después hacia Jamaica, acompañando a Máximo Gómez. Años después retornó a Cuba para consagrarse de nuevo a la causa de la independencia. En 1891, debido a las críticas que Martí hiciera sobre el libro A pie y descalzo de Ramón Roa, se desató una fuerte polémica entre el Apóstol y Collazo. La inteligencia y el patriotismo de ambos, hicieron posible que se esclarecieran las confusiones y exageraciones expresadas al calor del debate y a la postre, Collazo se convirtió en uno de los hombres de confianza de Martí. En 1893, se publicó en La Habana su primer libro, Desde Yara hasta el Zanjón, uno de cuyos méritos fue el de contribuir a elevar la moral revolucionaria de la juventud cubana en momentos en que se preparaba la reanudación de la lucha armada por la independencia. El 29 de enero de 1895, Collazo firmó en Nueva York, junto a José Martí y el General Mayía Rodríguez la orden de alzamiento que reiniciaba la guerra contra el poder colonial en Cuba. Posteriormente, organizó una expedición que desembarcó el 19 d e marzo de 1896 en la Playa de Varadero. En agosto de ese año, fue ascendido al grado de General de Brigada y ocupó la jefatura de diferentes unidades del Ejército Libertador. En mayo de 1898, Collazo fue designado por el General Calixto García al frente de una comisión que marchó a los Estados Unidos. Regresó a Cuba en julio y permaneció junto al General García hasta que concluyó la guerra y fue licenciado. Retomó entonces la pluma y en 1900, publicó el libro Cuba Independiente y, continuando esa línea de lucha, vieron la luz en 1905 Los Americanos en Cuba y en 1910 Cuba Intervenida. En agosto de ese año, al fundarse la Academia de Historia de Cuba, fue designado como académico de número de dicha institución. Enrique Collazo, hombre de acción y de pensamiento, fue el primero en Cuba que apeló, sistemática y consecuentemente, a la Historia para denunciar al imperialismo estadounidense y luchar contra él de manera intransigente. 1 Doctor en Ciencias Históricas, Investigador del Instituto de Historia de Cuba. Miembro de Número de la Academia de Historia de Cuba. GRANMA
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April 2016
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