El fracaso del sueño americano es devastador para la imagen que los estadounidenses tienen de sí mismos DALIA GONZÁLEZ DELGADO Un discurso pronunciado en 1630 se convirtió en parte de la mitología estadounidense. A bordo del buque Arabella, en Bay Colony, Massachusetts, John Winthrop dijo que los colonos fundarían una "ciudad en la colina" que todo el mundo vería como un ejemplo a seguir. De esa forma surgió la noción del "excepcionalismo norteamericano", según el cual solo Estados Unidos tiene el derecho de brindar "civilización, democracia y libertad". Poco después, esa excusa sirvió para que los habitantes de la ciudad en la colina salieran a masacrar a los indios pequot.
Así nació también el "sueño americano", que defiende la idea de que todos tienen la oportunidad de alcanzar una vida mejor; quien no logre triunfar, es porque no trabajó lo suficiente o carece de inteligencia. Por eso no sorprende cuando una encuesta del Pew Charitable Trut revela que la mayoría de los norteamericanos no tienen problemas con la existencia de una pequeña clase extremadamente rica; lo que quieren es unirse a ella. Un análisis reciente de la Brooking Institution se pregunta por qué los estadounidenses tienen esa fuerte creencia en la meritocracia. Según ese tanque pensante norteamericano, "no hay tanta igualdad como nos gusta pensar, sobre todo si nos comparamos con otras naciones desarrolladas como Canadá o los países nórdicos. En el tema de igualdad de oportunidades, entre 31 países desarrollados, Estados Unidos ocupa el lugar 27". Winthrop vive no solo en el imaginario popular o en las películas de Hollywood, sino en los discursos de los líderes estadounidenses que se encargan de revivirlo a cada momento. Por ejemplo, en enero de 1961, el presidente electo, John F. Kennedy, afirmó: "Mi juicio se ha basado en las normas impuestas por John Winthrop ante su tripulación en el buque insignia Arabella, hace 331 años (... ) Hoy día los ojos de toda la gente están verdaderamente sobre nosotros... y nuestra administración en cada uno de sus departamentos, a todo nivel; ya sea nacional, estatal o local. Serán como una ciudad en una colina; construida y habitada por hombres conscientes de la confianza en ellos depositada". Más tarde, Ronald Reagan le añadió el calificativo de "brillante" ciudad en la colina. A fin de cuentas, ¿qué es el sueño americano y por qué se habla de una crisis? El politólogo cubano Carlos Alzugaray lo resumió para los lectores de Granma. "El llamado sueño americano es uno de los componentes más importantes de la ideología dominante en Estados Unidos. Fomenta la noción de que el pueblo norteamericano es el elegido de Dios, algo que viene de la tradición religiosa judeo-cristiana. Por otra parte, tiene sus raíces en el concepto del excepcionalismo norteamericano, que postula que la nación estadounidense concentra en sí misma todas las virtudes posibles, lo que la convierte en la llamada ‘city upon a hill’ (ciudad en la colina), según el famoso sermón de John Winthrop cuando los primeros colonos que se instalarían en Massachusetts estaban a punto de desembarcar. "Es un poderoso mito fundador que estimula un chovinismo o fanatismo que conduce a la falsa idea de que Estados Unidos puede ejercer una hegemonía unipolar sobre el resto del mundo. Hoy ese sueño está en decadencia. Luego de la Segunda Guerra Mundial se fomentó el mito de que cada generación de norteamericanos progresaría más que la anterior. Los éxitos económicos fortalecieron esa visión, pero hoy se demuestra que es imposible continuar progresando al ritmo que lo venían haciendo". LA CRISIS ES ESTRUCTURAL La esperanza de tener una casa con cerca blanca se ha desvanecido. Fracasó la idea de que los hijos vivirían mejor que sus padres. Y aunque ese problema existe también en otros países, en Estados Unidos es más grave, puesto que esa idea formaba parte de su identidad. Hoy, el salario real de un adulto es inferior al que existía en 1968. Al mismo tiempo, los economistas predicen que el alto desempleo actual no regresará a la normalidad hasta el 2017. Según un estudio de la agencia AP, desde la Segunda Guerra Mundial ha habido diez recesiones en Estados Unidos, las cuales fueron seguidas por una recuperación que duró al menos tres años. Pero el repunte económico que comenzó en junio del 2009 es el más débil. Alzugaray diferencia entre una crisis financiera, que es coyuntural, y otra crisis más grave que es estructural. "Se trata de una economía basada en la autogratificación individual, donde todos quieren vivir en el mejor mundo posible, donde acumular dinero no tiene ningún problema, y no hay ninguna solidaridad. Esa economía es insostenible. "Cada vez es más difícil encontrar trabajo, y cada vez hay más gente con más de un empleo para poder sobrevivir, en una sociedad donde sobrevivir tiene otro sentido. Para los estadounidenses sobrevivir es tener un iPhone de 400 dólares, una computadora Mac de mil, un carro que vale por lo menos 20 mil. "En general su nivel de vida sigue siendo muy alto, pero aspiraban a más. Ellos querían una clase media total y absoluta, y no es posible. Ahí es donde está la crisis. Tanto su clase dominante como su población, necesitan estar en primer lugar en todos los indicadores, y ya no lo están". Joseph Stiglitz, Premio Nobel de economía, tiene claro que el sueño americano ya no existe. "Además del sentimiento de ser número uno, Estados Unidos se veía como un país con igualdad de oportunidades, como una sociedad justa. Esos eran los principios básicos sobre los que pensábamos que nos distinguíamos de los demás. La igualdad de oportunidades, la idea de llegar a lo más alto, es una de las bases del sueño americano. Ya no es cierto y es devastador para el concepto que los norteamericanos tienen de sí mismos". GRANMA
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