Así les expresó el Comandante en Jefe a los Malagones, quienes fueron bastión de la lucha contra bandidos en Pinar del Río BLANCHIE SARTORIO Cuando no quedó duda de que la Revolución y sus leyes llegaban para quedarse, la burguesía y los defensores del capitalismo, aun los vinculados a la naciente obra, vieron la organización de bandas de alzados como una opción para derribar a Fidel y sus seguidores. Pinar del Río fue uno de los principales escenarios para su actuación. Aunque el propósito de la CIA, desde los primeros días del triunfo de socavar la esperanza de los más humildes asumía el rostro del bandidismo, en Pinar del Río surge por la propia iniciativa de algunos elementos fugitivos de la justicia, quienes contactan con organizaciones contrarrevolucionarias ante la imposibilidad de escapar, la ambición personal, entre otros factores según hoy se afirma en estudios sobre el tema. Los milicianos fueron los protagonistas en la Lucha contra bandidos (LCB), conocida con estas siglas, junto al Ejército y la colaboración del pueblo. El pasado 18 de octubre los pinareños celebraron con júbilo el Día de la Lucha contra bandidos, reconocimiento a quienes participaron en esa gesta a propósito de la fecha en que los Malagones, campesinos que en día similar en 1959 cumplieron la encomienda de capturar al excabo de la dictadura Luis Lara, e hicieron valedera la afirmación de Fidel: "... Si ustedes triunfan habrá milicias en Cuba". El Capitán Borjas y el Comandante Pinares, son nombres fuertemente vinculados a esta lucha en las montañas pinareñas, pues las tropas a su mando mantuvieron en jaque al cabo Lara hasta aquel octubre cuando Leandro Malagón y sus hombres le dieron finalmente el mate, al obligarlo a rendirse en el lugar donde se ocultaba cerca de la serranía. LA LCB Entre mediados de 1960 y 1961 se agudizó el terror en las montañas y algunos municipios, donde también otras bandas como las de Pedro Celestino Sánchez, Israel García "Tití", Francisco Robaina "Machete" y Bernardo Corrales, abusaron de los vecinos y sabotearon lugares de importancia económica, sin respetar vidas humanas. Ya en septiembre de 1959, por Lajas, en Consolación del Sur, Fernando Pruna Bertot, escapado de la prisión y los norteamericanos Austin F. Young y Peter J. Lapton, fueron neutralizados y presentados ante los tribunales. En la provincia, 12 se consideraron bandas de alzados y a ocho pequeños grupos no se les otorgó esa categoría, para un total de 224 alzados. Las bandas no atacaban objetivos de las fuerzas armadas sino a familias campesinas, agredieron instalaciones civiles, económicas y sociales, emboscaban a milicianos y por el Escambray asesinaron maestros voluntarios y brigadistas alfabetizadores, mientras esperaban una anunciada invasión militar apoyada desde Estados Unidos. Entre los hechos más cobardes de los bandidos en Vueltabajo se cita el asalto al cuartelito de las milicias en Cinco Pesos, San Cristóbal, donde llegaron vestidos de verde olivo y asesinaron a los milicianos Manuel González, Florentino Contino y Francisco Delgado e hirieron a otros dos y a una pequeña de siete años de edad. El 26 de Julio de 1965, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, durante el discurso de conmemoración por el XII aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en Santa Clara, anunciaba la liquidación del bandidismo, otra victoria de la Revolución frente a las agresiones de Estados Unidos. Hoy vive el legado de aquellos campesinos para enfrentar cualquier intento de quienes puedan olvidar que la Revolución llegó para quedarse y hoy se ajusta a los cambios para una obra mejor. (Tomado del periódico Guerrillero) GRANMA
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