Aniversario 45 de la caída en combate
RAQUEL MARRERO YANES [email protected] "A mediados de 1956 comencé a hacer mis primeros trabajos con el Movimiento 26 de Julio. En esa época cursaba el tercer año de bachillerato y las actividades las realizaba mucho más que todo por sentimientos de rebeldía hacia la dictadura. "Allí estudié la Historia de Cuba, la Constitución y llegó a mis manos un folleto de La Historia me absolverá. A partir de esa época empecé a comprender el significado de la lucha y me convertí en un revolucionario consciente." Así resume Antonio (Tony) Briones Montoto, en su autobiografía, sus inicios en la lucha contra la tiranía batistiana. Los padres lo llamaban Tony en recordación de Antonio Guiteras Holmes, uno de los combatientes de la generación del 30, y siempre se mantuvo orgulloso de llevar el nombre del entonces Secretario de Gobernación, quien aprobó y puso en práctica medidas de beneficio popular. Su mamá al referirse al carácter del hijo, puntualizó que "Tony era muy atrevido, no tenía ninguna preocupación por su vida. Siempre iba adelante. Más parecía un hombre que un adolescente y resaltaba su constante preocupación por sus compañeros. Sus inquietudes políticas comenzaron a manifestarse a partir del golpe de Estado de 1952 que perpetró Fulgencio Batista. A pesar de su juventud y siendo alumno del Instituto de La Habana, Briones Montoto fue detenido y fichado por la policía, junto a otros luchadores, por sus manifestaciones contra la dictadura. El 27 de noviembre de 1957 fue apresado en una manifestación que se inició en la Universidad. Dos meses después se exilió en Nueva York y se vinculó a una célula del Movimiento 26 de Julio en esa ciudad. Luego lo enviaron a México para entrenarse en la lucha guerrillera. De allí regresó a Estados Unidos, donde lo sorprende el triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959. Asumió responsabilidades en los ministerios de Hacienda y Agricultura y en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, donde renunció a principios de 1962 para ingresar en el Ministerio del Interior. Continuó sus estudios de Bachillerato y comenzó en la Universidad de La Habana. Tampoco dudó en cumplir con el deber internacionalista. Como el Che y otros combatientes cubanos, dejó sus cargos, la vida más tranquila y el calor de la familia, para ayudar a otros pueblos del mundo a obtener su libertad. La carta a sus hijos lo retrata como revolucionario consciente, capaz de realizar cualquier sacrificio por sus ideales: "Ustedes crecerán, es probable que yo les pueda faltar, pero les queda lo principal: una Revolución; deben ser fieles a ella como lo fue su padre. Ustedes tendrán la gloria de crecer en el socialismo y de ayudar a la construcción del comunismo que debe ser la máxima aspiración de la humanidad". Como parte de su vocación internacionalista en mayo de 1967 partió a Venezuela con una misión. Cumplida la primera parte del plan, es sorprendido y cae en combate en la playa de Machurucuto, el 8 de mayo de 1967. Diez días después, en las páginas de este diario apareció una declaración del Comité Central del Partido que refería: "Si fuese cierta la noticia de que el joven cubano Antonio Briones Montoto cayó de dos balazos en la cabeza y yace enterrado en el cementerio de Machurucuto por ayudar a los revolucionarios venezolanos, nuestro partido y nuestro pueblo se solidarizan profundamente con su gesto altruista, revolucionario, internacionalista y heroico". GRANMA
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