RENÉ González Sehwerert, one of Cuba's five anti-terrorist heroes, will be released from prison October 7 having served in full the brutal and unjust sentence he was given.
On September 16, South Florida District Judge Joan A. Lenard denied a motion submitted by René on February 16, 2011 requesting that he be allowed to return to Cuba and be reunited with his wife, daughters and parents. He has been unjustly obliged to remain in the United States for three years of probation. This decision, after 13 years of incarceration, constitutes a deliberate additional penalty, motivated by the same desires for political revenge which characterized the original judicial procedures which led to the conviction of the Five in 2001. Standing behind this decision is the United States government which for years has supported terrorism against Cuba, protecting organizations and individuals – within its territory – responsible for the deaths, suffering, pain and suffering of thousands of Cubans. Since 1998, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González and René González have been subjected to unusually cruel and degrading treatment. They have withstood pressure and abuse, including separation from their loved ones, with admirable integrity, never wavering in their principles, character or behavior as model prisoners. The judge's response to René's motion is in no way justified and makes no sense. It is presumed that he must remain in the United States where clearly his life will be endangered, and where the most prominent anti-Cuban terrorist individuals and organizations are located. In her response, the judge reconfirmed the sentence imposed on René in 2001 which included the absurd special and additional stipulation that, upon his release from prison, he is prohibited from "associating with or visiting specific places where individuals or groups such as terrorists, members of organizations advocating violence or organized crime figures are known to frequent." One must ask how it is possible to comply with this stipulation if René is obliged to reside precisely "where individuals or groups such as terrorists are known to frequent." One must ask as well, although the answer is obvious, what motivates the United States and its legal system to require in a legal document the protection of "individuals or groups such as terrorists" located within its national territory. Although it is impossible to undo the injustice after so many years of unwarranted imprisonment and political attacks, the only minimally decorous action the government of the United States could take at this point would be to grant René permission to immediately return to Cuba, to put an end to the vengeful sentences imposed on Gerardo, Ramón, Antonio and Fernando, and to allow the return of all Five to their homeland. The cause of the Cuban Five is known throughout the entire world. There is a wealth of information, argumentation and legal evidence which demonstrates the arbitrary nature of the proceedings which led to their convictions and sentencing. Also widely recognized is the especially abusive treatment in prison these innocent men have received: extended periods of time in solitary confinement, lack of communication, psychological torture, unjustified family separation, limited contact with legal representatives and the denial of visits by mothers, wives and daughters. The people of Cuba deeply appreciate all the people and groups who have added their voices to the demand that this injustice end, state leaders and government officials, as well as renowned figures who have publicly or privately advocated for the freedom of the Five. It is imperative that we emphatically demand that no further injustice be committed; that no additional punishment be imposed on René, putting his life in danger; that his wife and daughters not be forced to continue living without him and that the opportunistic policy of protecting known terrorists – and aggravating the complicity of the U.S. government – be abandoned. The cause of Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando and René is the irrevocable cause of the Cuban people. It is a commitment made by an entire people to end the injustice which the Five have suffered and an indication of their loyalty to those who have defended the homeland with great courage and sacrifice. Our efforts will not end until we see the Five home, in their land once again, with their loved ones and their people. GRANMA ******************************************* Nueva injusticia de los Estados Unidos contra los Cinco Héroes René González Sehwerert, uno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos, saldrá de prisión el próximo 7 de octubre tras haber cumplido y sufrido en su totalidad la brutal e injusta sentencia carcelaria que le fue impuesta. El pasado 16 de septiembre, la Jueza Joan A. Lenard, del Distrito Sur de la Florida, denegó la Moción presentada por René el 16 de febrero del 2011 para que se le permita regresar a Cuba y unirse con su esposa, sus hijas y sus padres. Se le obliga injustamente a permanecer en Estados Unidos durante tres años bajo un régimen de "libertad" supervisada. Esa decisión, tras 13 años de confinamiento, constituye una represalia adicional deliberada, impulsada por las mismas motivaciones de revancha política que caracterizaron los procesos judiciales amañados con los que se condenó a los Cinco Héroes en el año 2001. Detrás de ella está el Gobierno de los Estados Unidos, que durante años ha amparado el terrorismo contra Cuba, y protegido a individuos y organizaciones terroristas que radican en su territorio, responsables de haber causado la muerte, el dolor y el sufrimiento a miles de cubanos. Desde 1998, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González han estado sometidos a tratos reconocidamente crueles y degradantes. Han soportado las presiones y los abusos, incluida la separación de sus seres queridos, con una entereza admirable, sin la más mínima concesión en sus convicciones, su carácter o su conducta ejemplar como reclusos. La respuesta de la Jueza no tiene justificación ni sentido alguno. Se pretende que René permanezca en los Estados Unidos, donde se conoce que puede peligrar su vida, donde se sabe que radican las personas y las organizaciones más prominentes del terrorismo anticubano. Al contestar, la Jueza cita la sentencia impuesta a René en el año 2001, que incluyó el absurdo requisito especial y adicional de prohibirle tras su salida de la cárcel "asociarse a/o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos tales como terroristas... ". Cabría preguntarse cómo es posible cumplir con ese requisito si se obliga a René a residir precisamente en el territorio "donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos tales como terroristas". Cabría preguntar también, aunque se conozca la respuesta, qué motiva al Gobierno de los Estados Unidos y a su sistema legal a estipular en un fallo judicial la protección de "individuos o grupos tales como terroristas" que radican dentro de su territorio. Aunque es imposible reparar la injusticia ya consumada tras tantos años de indebido encarcelamiento y ensañamiento político, la única acción mínimamente decorosa del Gobierno de los Estados Unidos, a estas alturas, sería la de permitir el inmediato regreso de René a Cuba, poner fin a las sentencias vengativas contra Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando, y permitir el retorno definitivo de todos a la Patria. La causa de los Cinco Héroes cubanos es conocida en el mundo entero. Sobran las informaciones, los argumentos y la documentación legal que demuestran la naturaleza arbitraria del proceso que los llevó a prisión. También se conoce el trato especialmente abusivo que acompaña las largas sentencias contra estos hombres inocentes, los prolongados confinamientos en solitario, los extensos periodos de incomunicación y tortura psicológica, la injustificada separación familiar, los obstáculos al contacto con sus representantes legales, la privación a madres, esposas e hijas de interactuar con sus seres más cercanos. El pueblo de Cuba agradece profundamente a todas aquellas personas y agrupaciones que han sumado su voz al reclamo de que se ponga fin a tanta injusticia, a los jefes de Estado o de Gobierno, altos funcionarios gubernamentales, así como reconocidas personalidades, que de forma pública o privada han pedido la libertad de los Cinco. Es preciso demandar con toda energía que no se añada una injusticia más, que no se insista en un castigo adicional al ya consumado, que no se ponga en peligro la vida de René, que no se continúe privando a su esposa de verlo y a sus hijas del contacto natural con su padre, que no se tome el camino oportunista de proteger aún más a los terroristas y agravar la complicidad que ha manchado al Gobierno de los Estados Unidos. La causa de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René es la causa irrenunciable de la nación cubana. Es el compromiso de un pueblo entero contra la injusticia que están sufriendo, la lealtad hacia quienes han sabido defender la Patria con gran valor y sacrificio. No tendrá fin hasta no verlos a todos en su tierra, junto a sus seres queridos y su pueblo. GRANMA
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May 2016
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