_ La Solidaridad es la vía primordial en la lucha por la liberación de los “Cinco Héroes Prisioneros del Imperio”, los Cinco de Cuba como también se les conoce son víctimas del trastorno obsesivo-compulsivo de la extrema derecha cubano-americana de Miami, donde militan muchos de los hijos y nietos de la jauría batistiana que llevó el luto a más de veinte mil hogares en Cuba durante los años 1952-1958, donde fue derrocado ese sangriento régimen por las fuerzas de Ejército Rebelde encabezado por el Comandante Fidel Castro Ruz, esa facción que estrechos lazos con lo más reaccionario de la extrema derecha norteamericana, esa alianza mafiosa fue la que condicionó a los acusadores del Departamento de Justicia que juzgaron y condenaron el 8 de junio del 2001 a nuestros hermanos por cargos de espionaje y complicidad de asesinato, ellos guardan prisión desde el 12 de Septiembre de 1998, por alertar a Cuba sobre los planes subversivos fraguados contra la isla desde el sur de la Florida en los EE.UU. Hoy se cumplen 498 años de la fundación de la Villa San Salvador de Bayamo, 143 años del inicio de nuestras luchas por lograr la independencia el 10 de Octubre de 1868, también el pasado 20 de Octubre, conmemoramos el “Día de la Cultura Nacional”, por haber sido ese día que el pueblo de esta ciudad, sus hombres y mujeres, sus niños y ancianos entonaron la música y la letra de lo que hoy es un símbolo sagrado de la nación cubana, su Himno Nacional, ese que nos convoca al combate para que siempre viva a través de los tiempos nuestra libertad y nuestra soberanía. La situación actual después de la excarcelación de René, y la imposición de la libertad supervisada por tres años pone al desnudo una vez más, la esencia política de este proceso y el ensañamiento con estos hermanos para saciar en ellos su impotencia de no poder destruir la Revolución cubana. En este espacio de solidaridad es de suma importancia tener cabal comprensión de la entereza y papel histórico de los cubanos. Hace ya 116 años un 2 de mayo de 1895 en tierras de la actual provincia de Guantánamo nuestro Apóstol José Martí redactaba una carta al periódico New York Herald donde afirmaba cito:” Los cubanos reconocen el deber urgente que le imponen para con el mundo su posición geográfica y la hora presente de la gestación universal; y aunque los observadores pueriles o la vanidad de los soberbios lo ignoren, son puramente capaces, por el vigor de su inteligencia y el ímpetu de su brazo para cumplirlo y quieren cumplirlo.” El inicio de un nuevo proceso legal para demostrar la inocencia de Los Cinco antiterroristas cubanos iniciará en los próximos días la defensa la de estos hombres, cuatro de ellos aún en cárceles de Estados Unidos (EE.UU.) desde hace 13 años. El quinto, René González, fue liberado el pasado viernes sin posibilidad de volver a su país por al menos tres años. Tras la liberación de René González, uno de los abogados de la causa cubana, Richard Klugh, anunció a teleSUR que realizarán apelaciones para poner en evidencia las violaciones del proceso. “Estamos ahora en unos procedimientos que se pueden llamar de apelaciones. Estamos estableciendo violaciones grandes en el proceso e inclusive violaciones del derecho de tener un juicio”, aseveró tras adelantar que tienen pruebas del pago de periodistas para perjudicar a los acusados. Reiteramos que solo la unidad de todos los que luchan por lograr la excarcelación de los Cinco héroes podrá convertir en realidad este anhelo de justicia. La medida de los hombres de buena voluntad la dan los actos: Los actos son la única prueba de lo que se es. Los actos son el único elemento confiable para lograr la unidad. Por eso debemos multiplicar hasta el infinito nuestros actos en pos de esta noble y humana causa de devolver estos hijos a sus familias, estos combatientes antiterroristas, aprendieron de José Martí que el amor y la defensa de la patria es algo sagrado como escribiera con solo 16 años Martí en su poema dramatizado Abdala: “¿Acaso crees, que hay algo más sublime que la Patria? ¿Quién a su patria defender ansía, ni en sangre ni en obstáculos repara; Del tirano desprecia la soberbia; en su pecho se estrecha la amenaza; ¡Y si el cielo bastara a su deseo!. ¡Al mismo cielo con valor llegara!”. Ese es el espíritu de acero de estos cubanos que no se doblegan que no pierden la fe en la obtención de su definitiva libertad, este poema de Antonio Guerrero al conocer lo de la libertad supervisada otorgada a René escribiría. Me llegan las noticias sobre las primeras imágenes divulgadas de nuestro hermano en libertad. Ayer, cuando llame a mi madre estaban mirando en casa la Mesa Redonda. Me confesó que no podían evitar sus lagrimas, con una mezcla de alegría y añoranza. Con René no nos permiten comunicarnos. Si pude hacerlo con Roberto su hermano, nuestro hermano, que vivió esos momentos que jamás se podrán borrar de sus mentes y corazones. Imaginando ese primer encuentro de estos dos hermanos que se quieren con toda el alma, y cuyo secreto de esa hermandad hermosa e indestructible es “que cada uno piensa que el otro es mejor”, me atreví a escribir estos versos que, una vez más, comparto con ustedes, consciente de que lo harán llegar a mis hermanos y a muchos otros amigos. EL SECRETO ENTRE DOS HERMANOS Dos hermanos se miran a los ojos, las palabras no salen, y no cuentan, sus miradas incólumes se llenan de años, de lugares y de rostros. Y se sienten dos hermanos dichosos, su dicha es un amanecer sin niebla que proclama en el aire la pureza de saberse que son el uno el otro. Para los dos la interminable noche, por fin, se ha convertido en un mañana que los contempla desde sus balcones. Dos hermanos en libertad se abrazan, todo el amor se les viene da golpe, toda su juventud, toda su infancia. Cinco abrazos. ! Venceremos! Antonio Guerrero Rodríguez 12 de octubre de 2011 _Palabras del MSc. Eugenio Pérez Almarales, periodista y profesor de la Universidad de Granma, en el espacio de reflexión En nombre de la paz, en la delegación provincial del ICAP. Bayamo, MN; 5 de noviembre de 2011:
Compañeras y compañeros: Alrededor de las 5:30 AM del 12 de septiembre de 1998, el FBI de los EE.UU. detuvo a varios cubanos, entre los que figuraban los licenciados en Relaciones Internacionales Gerardo Hernández Nordelo y Fernando González Llort, el piloto e instructor de vuelo René González Sehwerert, el licenciado en economía Ramón Labañino Salazar y el ingeniero civil Antonio Guerrero Rodríguez. Horas después, el FBI informó de la operación a los congresistas de origen cubano Ileana Ross Lehtinen y Lincoln Díaz Balart, ambos de reconocida posición contra su país de origen. El 21 de septiembre, los detenidos fueron acusados ante la Corte Federal de Miami por “trabajar como agentes del gobierno de Cuba’’. Siete días después, René y Antonio resultaron los primeros en ser confinados al llamado hueco, celda de castigo donde los mantendrían 17 meses. La misión de los Cinco era evitar acciones terroristas, para lo cual penetraron agrupaciones contrarias a la revolución cubana y observaron a los extremistas de Miami. Era solo el comienzo de una bochornosa cadena de arbitrariedades halada por el odio irracional de la extrema derecha cubano-americana y del gobierno autoproclamado defensor mundial de los derechos humanos. El 19 octubre de aquél año, el Comandante en Jefe Fidel Castro explicó, en entrevista concedida a la CNN en Lisboa, que Cuba tiene el derecho de defenderse de acciones criminales planeadas en territorio estadounidense con absoluta libertad y con el respaldo de las autoridades de la mayor potencia mundial, y destacó que a la Isla no le interesa información alguna de asuntos estratégicos de los EE.UU. Los abogados de la defensa insistieron en la necesidad de que no fuera Miami la sede del juicio, pues allí, precisamente, operaban los más connotados terroristas y ejercían amplia influencia en la vida de la urbe. No obstante, ignoraron tales argumentos. Y no sólo ellos. Por ejemplo, se sabe que Lawrence Wilkerson, quien se desempeñó como jefe del equipo de Colin Powell durante su etapa como Secretario de Estado (2001-2005), comentó que era imposible que los Cinco tuvieran un juicio justo en aquella ciudad. Defensores y víctimas basaban su demanda en el más elemental razonamiento; no sabían entonces que el gobierno de EE.UU., mediante el Buró de Gobernadores de Transmisiones (BBG), su agencia de propaganda oficial –y no se por qué recuerdo ahora a Joseph Goebbels y a Adolf Hitler- pagaban secretamente a influyentes periodistas de Miami para crear una atmósfera pública perjudicial para los detenidos. Esto, a pesar de que la Ley Smith-Mundt, de 1948, prohíbe al gobierno estadounidense financiar actividades para ejercer influencia y hacer propaganda dirigida a la opinión pública local. No es resultado de la casualidad que periodistas ligados a la extrema derecha del llamado exilio cubano, autores de virulentos trabajos periodísticos, aparezcan en documentos que revelan las generosas recompensas recibidas del Buró de Radiotransmisiones del Gobierno (BBG). Entre esos mercenarios podemos citar a Pablo Alfonso y Ariel Remos, autores de ponzoñosos artículos Pablo Alfonso, veterano reportero de El Nuevo Herald, recibió pagos de BBG por $58 600.00, precisamente durante el proceso de acusación de los Cinco, en el período comprendido entre el 1 de noviembre de 1999 y el 3 de diciembre de 2001. Pero esa cifra es parcial, pues el “señor” Alfonso cobró, hasta el 22 de agosto de 2007, un total de $252 325.00. Mientras, Ariel Remos, viejo periodista del Diario Las Américas, recibió, entre el 1 de noviembre de 1999 y el 9 de febrero de 2001, $10 400.00, y, en total, hasta el 20 de noviembre de 2006, $24 350.00. En exaltados y sensacionalistas artículos, Alfonso y Remos insistían en que debían condenar a Fidel Castro por el “asesinato” de los recurrentes violadores del espacio aéreo cubano. ¿Qué pasaría si una nave aérea cubana sobrevolara territorio norteamericano sin consentimiento de las autoridades correspondientes de esa nación? Solo cuatro días después del arresto de los Cinco, sin fundamento alguno, Pablo Alfonso vinculó en la prensa a esos jóvenes con el mal, en un artículo publicado en El Nuevo Herald, titulado “Posible Alianza con el Terrorismo.” Gerardo Hernández Nordelo, quien estaba en Miami cuando ocurrió el derribo, en aguas cubanas, de las avionetas de la organización terrorista Hermanos al Rescate, y, por tanto, no pudo participar y no participó en el hecho, fue acusado, por ese acontecimiento, por “conspirar para cometer asesinato”. Pero no solo los citados “profesionales” de la prensa recibieron importantes sumas por participar en la vergonzosa campaña: Wilfredo Cancio Isla, recibió $4 725.00 del 30 de septiembre de 2000 al 3 de diciembre de 2001, precisamente durante el proceso de acusación a los Cinco, y en total le pagaron $21 800.00, hasta el 20 de noviembre de 2006. Entre otros, cobraron también: Enrique Encinosa, defensor de los ataques con bombas a hoteles cubanos, quien se jacta de “estar involucrado en organizaciones paramilitares en contra de Castro”. Julio Estorino, empleado del gobierno de EE.UU. y miembro de la denominada Junta Patriótica Cubana, que propugnaba la violencia contra Cuba. Alberto Müller, quien formó el Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE), autor de ataques terroristas dentro de Cuba. Se infiltró en 1961 para tratar de organizar acciones en el Escambray, antes de la invasión de la Brigada 2506. Fue capturado, condenado y luego de 20 años en prisión, se convirtió en reportero en Miami. (Con razón, Andrés Gómez, director de la revista Areito, ha dicho: “¡Ay de los que en Miami estamos sometidos diariamente a las mentiras y engaños de los medios de prensa sobre Cuba y todo lo relacionado con Cuba! ¡Ay de aquellos que en los medios de prensa en Miami, en los asuntos relacionados con Cuba, han asumido la mentira como razón de ser!”). Pero no fueron solo los personajes citados quienes participaron y participan en la manipulación de la verdad sobre el caso de los Cinco, ni lo hacen únicamente desde territorio de EE.UU. De manera más o menos abierta, a veces con cierta sutileza, se nota la intencionalidad de crear opiniones negativas acerca de los Cinco y de la Revolución, en ocasiones con ironía o con irrespeto absoluto por la verdad. Un farsante irremediable, connotado mentiroso, asalariado de la mafia miamense y aliado del gobierno de los Estados Unidos, Carlos Alberto Montaner, ha sido, y es, uno de los “intelectuales” al servicio de la campaña contra los Cinco. René González, como sus otros cuatro compañeros, no claudicó, sin embargo, el señor Montaner, en un artículo publicado en octubre último intentó influir en él para que traicione la patria a la que defendió en las mismas entrañas del imperio y por la que padeció más de una década de prisión. Montaner no sabe de conciencia, ni de ética. Los plumíferos que han servido a la maquinaria contra la causa de los Cinco, lo hacen también contra la Revolución toda. Este Carlos Alberto, al cual los amigos dominicanos impidieron hace unos años pronunciar su profanadora conferencia “La segunda muerte de José Martí”, se esfuerza ahora, de manera especial, en sacar partido de lo ocurrido en Libia, “descubre” similitudes con la Revolución cubana, para lo cual, por supuesto, debe ignorar todas las profundas diferencias esenciales, empeñado en augurar, otra vez, el próximo fin del socialismo cubano. No obstante, como advirtió Fidel en 1999, Internet es un arma de penetración ideológica empleada por los Estados Unidos y sus aliados, es cierto; pero en nuestras manos sirve, también, como instrumento poderoso para difundir nuestras ideas y nuestra verdad, la verdad. Lejos aun de lo óptimo, una búsqueda, este viernes, por ejemplo, nos dice de la existencia en la red de 15 mil 900 documentos que califican de espías a los Cinco; pero, al mismo tiempo, 85000 se refieren a ellos como antiterroristas. Por supuesto, no se trata de un estudio completo, pero ilustra. Los Cinco son símbolo, impedir su liberación, atacarlos, es también agredir a Cuba. En fecha reciente, mientras crece la condena a la demora de la unificación geográfica de la familia de René González, este “caballero” Montaner (y ahora recuerdo a José María Aznar), se refiere a Olga Salanueva como “su mujer, que también es un agente de inteligencia”, con el claro propósito de santificar la injusticia de mantener al patriota lejos de los suyos, y demonizar a quien permanece impedida de compartir con su esposo. Como en tantas ocasiones ha advertido Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, Barack Obama tiene la autoridad legal suficiente para liberar a los Cinco. Está en sus manos la decisión y la posibilidad de solucionar la disyuntiva de pasar a la historia como un hombre justo o como una marioneta conducida por los hilos de la extrema derecha. Más de una década después del encarcelamiento, el ex- presidente Jimmy Carter afirmó: “Creo que no hay razón para mantener a los Cinco cubanos en prisión, existen dudas en las cortes de EE.UU. e incluso entre las organizaciones de derechos humanos en el mundo. Ahora, ellos han estado en prisión 12 años, y espero que en un futuro cercano sean puestos en libertad para retornar a sus hogares.” El secuestro de los Cinco, su injusta y bochornosa condena, es fruto de la manipulación, de oscuros intereses, de la labor degradante de periodistas que alquilan su cerebro y secundan lo que se trama en tinieblas. Confío, no obstante en que el siguiente fragmento, tomado de un libro que pertenece a la cultura de la humanidad, más que a los religiosos únicamente, sea comprendido y materializado: 1. En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2. Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. 3. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. Versículo 12, San Lucas. Compañeras, compañeros: Ninguna voz es débil para la lucha de pensamiento. Los periodistas cubanos tenemos la responsabilidad de afianzarnos, cada vez más, en la primera línea, sin pausa, porque, dijo aquél hombre extraordinario que tenía de Bayamo el alma intrépida y natural: “Mientras la justicia no está conseguida, se pelea.” Muchas gracias.
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May 2016
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