15 de septiembre de 2012
Queridos polaqueros. Compatriotas hermanados en el FIAT 126P. Fue una agradable sorpresa para mí saber de esta convocatoria, que me trae recuerdos muy gratos de camaradería y mecaniqueo a lo largo de las carreteras y ciudades de nuestra hermosa isla. Tuve la suerte de vivir la aventura de cualquier polaquero en los años previos a mi partida de Cuba. Junto a mi hermano Roberto aprendí a desarmar el Polaquito, a descubrirle sus secretos más íntimos, a pasarle la mano para que agradecido recuperara su habitual eficiencia. Por supuesto, también tengo presentes a Esteban y a Pablo, nuestros mecánicos de altura, siempre listos para cuando la complejidad del caso requiriera de sus servicios. Hoy son los sobrinos quienes heredan el trajinar familiar del polaqueo, y se unen a la tradición de inventiva y constancia que entraña tal empresa. Extraño con nostalgia aquella solidaridad espontánea que lo mismo se recibía o se daba, en las situaciones más complicadas: El compañero al que pasé un cable desde la batería, por encima del techo, directamente al delco, para que llegara a su casa en Marianao. La compañera a la que bajo un aguacero presté mi goma de repuesto para luego seguirla a su hogar en Guanabacoa. El motociclista que con un pie derecho en la defensa trasera empujó mi Polski hasta las puertas de mi casa en Miramar. El despachador de gasolina que recuperó mi cartera y me la hizo entregar por un amigo cuyo teléfono aparecía entre mis documentos. Gestos todos que no esperaban otra recompensa que el agradecimiento y la sensación de bienestar de quien hizo una buena obra. Hoy ustedes toman esta iniciativa y su convocatoria es una materialización de aquel espíritu solidario. Por encima de la coincidencia en el medio de transporte o de la necesidad humana de trasladarse se proyecta nuevamente aquel ánimo de hacer un gesto noble, de sentir la satisfacción de obrar con bondad, de hacer lo correcto teniendo como recompensa solo un momento de camaradería, el agradecimiento del beneficiado y esa sensación de ser, a través de nuestras mejores obras, mejores personas. A nombre de los Cinco, les envío un abrazo agradecido y nuestros más sinceros sentimientos de aprecio. René González Sehwerert Mensaje de Vicente Feliú y Alejandro Valdés Saludos a los polaqueros desde Washington DC. Hermoso gesto. Gracias ICAP y Comité Internacional por apoyar la idea. Abrazos. Alejandro Valdes y Vicente Feliú
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