_ October 1962 Missile Crisis _ Final part of Fidel’s speech There is one issue which I wish to emphasize today, an appreciation I wish to state and it is in reference to the people, to the conduct of the people in these days. I must say that the attitude of the people in terms of decisiveness, valor and discipline, has exceeded anything that the most optimistic of us could ever have imagined. The attitude of the Cuban people was always one of mobilization to confront the aggressions of the United States and its lackeys, even under the threat of a nuclear holocaust. It has to be said that thousands of men who were not militias, who have not been so during these four years of Revolution, have become militias during this crisis. It has to be said that thousands of people who did not belong to any of the mass organizations, nor the Committees for the Defense of the Revolution, have gone to join those mass organizations during these days. It has to be said that the enemy has been unable to count on internal allies of any kind within our homeland. It has to be said that in these days of extreme crisis it has not been necessary to arrest anyone. That even the patriotic and revolutionary core of men and women who had criticisms of the Revolution has once again shone in this decisive hour and they have gone to enroll themselves. And they have gone to enroll themselves for a battle which, from all perspectives, could be a serious, tremendous battle, a battle that could be fought with conventional or atomic weapons. The Mr. President of the United States tried to intimidate our people. This people whom he called a "captive" people when he spoke about us being the target of atomic attacks, and the result was that there were more militias than ever, more revolutionary activists than ever. It has to be said that women went to work, retired people went to work to replace men who were in the trenches. And it has to be said that despite having been the largest mobilization of all it was the one that least affected production. Never has production moved at such as rate as now during a mobilization! The discipline of the people, the ardor of the people, the courage of the people was really impressive. The organization acquired by our people and, above all, by our Revolutionary Armed Forces, the efficiency with which the commands functioned was impressive. And it was demonstrated how the Revolution has set about creating a discipline, has set about making a people. By force of harassing us, the enemy has made us disciplined, has made us organized, has made us battle-hardened. The result of these four years of harassment is a heroic people, a more than Spartan people because it is said that in Sparta, mothers bade farewell to their sons saying, "with the shield or on the shield." Here, all of the people – women, children, young and elderly people – said to themselves, "with the shield or on the shield." A people like this is an invincible people! A people like this, which in this way and so serenely, so admirably confronts such difficult situations, is a people with the right to win what they desire, which is peace, respect, dignity and prestige. We possess long-range moral missiles, which cannot be dismantled and never will be dismantled! This is our most powerful strategic weapon, of strategic defense, of strategic offense. For this reason, I wish to give testimony here, today more than ever, of our admiration for our people. As revolutionaries, all of us must feel doubly obliged, on the basis of this experience, to fight for our people, to work untiringly for our people. And, to end, from the bottom of my heart, I wish to say that today, more than ever, I feel proud of being a son of this people! ¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! GRANMA ********************************************************************* ¡Un pueblo así es un pueblo invencible! La Crisis Coheteril de Octubre de 1962 Fragmento final de la comparecencia de Fidel Hay una cuestión que quiero recalcar hoy, una apreciación que quiero manifestar, y es en lo que se refiere al pueblo, a la conducta que ha tenido el pueblo en estos días. Debo decir que la actitud del pueblo, en cuanto a decisión, valor y disciplina, ha superado todo lo que los más optimistas pudieran haberse imaginado nunca. _ Hay que decir que miles de hombres que no eran milicianos, que en estos cuatro años de Revolución no lo han sido, se han hecho milicianos durante esta crisis. Hay que decir que miles de personas que no pertenecían a organizaciones de masas, ni a los Comités de Defensa de la Revolución, han ido a inscribirse en las organizaciones de masas en estos días. Hay que decir que el enemigo no ha podido contar en el interior de nuestra patria con aliados de ninguna clase. Hay que decir que en estos días de extrema crisis no ha sido necesario arrestar a nadie. Que, inclusive, hombres y mujeres que hacían críticas a la Revolución, en esta hora decisiva salió a relucir en ellos el fondo patriótico y revolucionario y han ido a enrolarse. Y han ido a enrolarse para una lucha que, según todas las perspectivas, puede ser una lucha seria, tremenda, una lucha que puede realizarse con armas convencionales o con armas atómicas.
El señor presidente de los Estados Unidos trató de intimidar a nuestro pueblo. A este pueblo que llamó pueblo "cautivo" cuando le habló de que podíamos ser blanco de ataques atómicos, y el resultado fue que hubo más milicianos que nunca, más militantes revolucionarios que nunca. Hay que decir que las mujeres fueron al trabajo, los jubilados fueron al trabajo a sustituir a los hombres que están en las trincheras. Y hay que decir que a pesar de haber sido esta la mayor movilización de todas fue la que menos afectó la producción. ¡Nunca bajo una movilización, había marchado la producción como ahora! Era verdaderamente impresionante la disciplina del pueblo, el ardor del pueblo, el valor del pueblo. Impresionante la organización adquirida por nuestro pueblo y, sobre todo, por nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, la eficacia con que funcionaron los mandos. Y que demostró cómo la Revolución ha ido creando una disciplina, ha ido haciendo un pueblo. El enemigo a fuerza de hostigarnos nos ha hecho disciplinados, nos ha hecho organizados, nos ha hecho aguerridos. El resultado de estos cuatro años de hostigamiento es un pueblo heroico, un pueblo más que espartano porque se dice que en Esparta las madres despedían a los hijos y les decían: "con el escudo o sobre el escudo". Aquí todo el pueblo —mujeres, niños, jóvenes y viejos— se dijo a sí mismo: ¡con el escudo o sobre el escudo! ¡Un pueblo así es un pueblo invencible! Un pueblo así, que de tal manera y tan serenamente, tan admirablemente afronta situaciones tan difíciles, es un pueblo que tiene derecho a conquistar lo que anhela, que es la paz, el respeto, la dignidad y el prestigio. ¡Poseemos proyectiles morales de largo alcance que no se pueden desmantelar y no serán desmantelados jamás! Esa es nuestra más poderosa arma estratégica, de defensa estratégica, de ofensiva estratégica. Por eso quiero hacer aquí, dejar constancia, hoy más que nunca, de nuestra admiración hacia nuestro pueblo. Todos los revolucionarios debemos sentirnos doblemente obligados, a partir de esta experiencia, a luchar por nuestro pueblo, a trabajar incansablemente por nuestro pueblo. Y desde lo más hondo de mi corazón, para terminar, quiero decir: ¡que hoy, más que nunca, me siento orgulloso de ser hijo de este pueblo! ¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS! GRANMA
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