Fundación del Tercer Frente Oriental YAIMA PUIG MENESES TERCER FRENTE, Santiago de Cuba.— En esta indómita tierra cada montaña parece impregnada de historia, mezcla del coraje y optimismo que un grupo de jóvenes imprimió a estas serranías 55 años atrás para dar vida a una nueva etapa de la guerra revolucionaria cubana: la estrategia del Jefe del Ejército Rebelde, Fidel Castro Ruz, de extender la lucha armada a otras regiones orientales del país. Era el 6 de marzo de 1958. Correspondería a Juan Almeida Bosque, días antes ascendido por Fidel a Comandante, dar cumplimiento a la primera parte de la trascendental encomienda: fundar el Tercer Frente Oriental doctor Mario Muñoz Monroy, en las inmediaciones de Puerto Arturo, a las puertas de Santiago de Cuba, ciudad donde se encontraba la fortaleza militar más importante de la antigua provincia de Oriente y la segunda en importancia del país. La columna número 3 Santiago de Cuba, integrada por 55 hombres y 2 mujeres, sería la base estructural de este nuevo frente de combate que llegó a comprender unos 6 mil kilómetros cuadrados donde los guerrilleros llegaron a mantener un estrecho vínculo con la población. Dicho territorio se extendía desde las cercanías de Bayamo, e incluía las localidades de Guisa, Jiguaní, Baire, Contramaestre, Palma Soriano, El Cobre, Malgarejo, el sur de San Luis, El Cristo, El Caney, Loma del Gato, hasta llegar a rodear la ciudad santiaguera. En el año 2008, al conmemorarse el cincuenta aniversario de la fundación del Tercer Frente Oriental, el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías recordaría aquellos días como una gran escuela. "Lo que Fidel creó en la Sierra Maestra fue una escuela, una escuela de sentimiento a la Patria, de qué era realmente la Patria", recordaba entonces.
Porque nosotros los campesinos —valoraba—, no sabíamos qué era la Patria. Vivíamos por vivir en la montaña, pero no teníamos un sentimiento patriótico de lo que significaba la Patria, defender la Patria. Y Fidel "fue creando ese sentimiento de amor a la Patria, de amor al terruño, de amor a las grandezas que surgían en la montaña, las inteligencias que se perdían, y por eso ponía todas esas escuelitas para captar a esos niños capaces de estudiar, desarrollarse y ello trajo consigo lo que es una verdadera Revolución social donde Fidel fue el gran profesor". En los meses posteriores a la fundación del Frente, se sucedieron una serie de acciones combativas que no solo indicaban al pueblo santiaguero la cercanía de la guerrilla a la ciudad, también demostraban a la tiranía la fortaleza y organización que se había ido consolidando en el Ejército Rebelde. Ejemplo de ello lo constituyen los ataques a Melgarejo y El Cobre, aunque en realidad en el Frente se sucedían constantes combates. Durante los días finales de la guerra en este territorio se llevaron a cabo importantes acciones con las cuales se logró cercar a los 5 mil soldados de la guarnición de Santiago de Cuba y extender el bloqueo hacia las zonas marítimas, naciendo así el Departamento Naval Guerrillero al mando del Comandante Juan Almeida. Igualmente, se desarrollaron una serie de combates dirigidos por el Comandante en Jefe como los de Baire, Maffo, Guisa y Palma Soriano, donde el Tercer Frente jugó un papel fundamental como apoyo a la ofensiva que se realizaba. De esta forma, ya a finales de diciembre de 1958 se había constituido un bastión infranqueable para las fuerzas enemigas a las puertas de Santiago de Cuba. Se cumplía así la misión encomendada meses atrás por el Comandante en Jefe: la ciudad estaba sitiada completamente y el escenario preparado para el combate final que no llegó a desarrollarse debido a la rendición enemiga. Años después el General de Ejército Raúl Castro Ruz referiría: "Almeida cumplió con su proverbial lealtad, eficacia y espíritu de sacrificio la misión de crear el Tercer Frente y posteriormente cerrar el cerco a Santiago de Cuba''. A pesar de estar ubicados en zonas distantes, los tres frentes orientales mantuvieron estrechos vínculos basados en la estrategia más importante y carta de triunfo para muchos combates: la unidad y cooperación desarrollada entre las fuerzas rebeldes. Ello sería fundamental para lograr la victoria revolucionaria el 1ro. de enero de 1959. Difíciles y gloriosos momentos han marcado nuestra historia en estos 55 años, pero aquellos días de 1958, no por conocidos, dejan de ser excepcionales para el pueblo cubano. Sobre todo para quienes día a día amanecen entre estas lomas del ahora municipio de Tercer Frente, desandando el tiempo entre lo urgente y lo cotidiano, conscientes de que también hoy sus manos hacen historia. GRANMA
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