_ December 18, reminds us of one of those moments that express the greatness of spirit, the patriotic decision, the determination to fight and the confidence in victory that have always encouraged the men who have led the Cuban revolutionaries in various stages of the history of our people as a nation. _ It happened 55 years ago. Thirteen days had passed since the Granma expedition suffered a bitter setback at Alegria de Pio. Some were killed, others wounded, the majority dispersed, and the terrible ordeal of the survivors from persecution and hunger began, aggravated by the fatigue caused by the passage from Tuxpan to Las Coloradas, continued marches after the landing and concern about the lack communication and news of the Leader of the Revolution. Fidel, Faustino Pérez and Universo Sanchez, continued to advance towards the Sierra Maestra. Raul headed another group who were Ciro Redondo, Rene Rodriguez, Armando Rodriguez and Efigenio Ameijeiras and marched on "full of hope" despite all the setbacks. It was on the night of December 18, 1956, when the expected and historical meeting of Fidel and Raul and the other combatants from both groups happened. The place: Cinco Palmas, an a tangled landscape of sugarcane in the Media Luna area. After the embrace of the brothers, revolutionaries, and the excitement and joy that obviously that moment caused, Fidel asked: - How many rifles do you have? 'Five,' said Raul. - And two that I have, seven! Now we can win the war! The difficult circumstances that characterized the situation then of the founders of the Rebel Army did not diminish Fidel's revolutionary faith, conviction and assurance of patriotic triumph one iota. The significance of this event, beyond the limited boundaries of the anecdotal, to be inserted with force the imperishable lesson in the new and future generations of Cubans: a genuine revolutionary never loses his edge of decision, firmness and optimism, even in the worst moments ! Cinco Palmas will remain a glorious page in our history for its epic of endurance and faith in victory, as was the protest against the Covenant Baragua faced with the Pact of Zanjón or the glorious October 11, 1868, when after proclaiming in La Demajagua, with his determination of Independence or Death, Carlos Manuel de Céspedes marched on the town of Yara. There was a heavy defeat for the fledgling Liberation Army, repulsed and struck down by enemy fire. The Cubans were scattered haphazardly and only eleven fighters remained with the Father of the Nation. Someone in the group, probably distressed by the reverse, exclaimed, "All is lost". Then Céspedes, with firmness and energy, said: "Even with twelve men, it suffices to make Cuba's independence". Our history has always been like that. GRANMA ************************************************************************** Cinco Palmas es otra de las páginas gloriosas de nuestra historia El 18 de diciembre nos recuerda uno de esos instantes que expresan la grandeza de espíritu, la decisión patriótica, la determinación de lucha y la confianza en la victoria que siempre han animado a los hombres que han encabezado a los revolucionarios cubanos en las diversas etapas de la historia de nuestro pueblo como nación. _ Ocurrió hace 55 años. Trece días habían transcurrido desde que los expedicionarios del Granma sufrieron el amargo revés de Alegría de Pío. Muertos unos, heridos otros, dispersos la mayoría, comenzó para los sobrevivientes la terrible odisea de la persecución y el hambre, agudizada por el cansancio provocado por la travesía de Tuxpan a Las Coloradas, las marchas continuas tras el desembarco y la preocupación por la falta de comunicación y de noticias sobre el Jefe de la Revolución.
Fidel, Faustino Pérez y Universo Sánchez, continuaron avanzando hacia la Sierra Maestra. Raúl, al frente de otro grupo en el que se hallaban Ciro Redondo, René Rodríguez, Efigenio Ameijeiras y Armando Rodríguez, marcharon "llenos de esperanza", a pesar de todos los contratiempos. Fue en la noche del 18 de diciembre de 1956, cuando se produjo el esperado e histórico encuentro de Fidel y Raúl y demás combatientes de ambos grupos. El lugar: Cinco Palmas, un intrincado paraje cañero de la zona de Media Luna. Tras el abrazo de hermanos, de revolucionarios, y la emoción y la alegría que obviamente provocó aquel momento, Fidel preguntó: -¿Cuántos fusiles traes? -Cinco –respondió Raúl. -¡Y dos que tengo yo, siete! ¡Ahora sí ganamos la guerra! Las difíciles circunstancias que caracterizaban entonces la situación de los fundadores del Ejército Rebelde no disminuyeron un ápice la fe revolucionaria de Fidel, su convicción patriótica y su seguridad en el triunfo. La significación de aquel suceso sobrepasa las limitadas fronteras de lo anecdótico para insertarse con fuerza de lección imperecedera en las nuevas y futuras generaciones de cubanos: ¡jamás un revolucionario verdadero pierde su filo de decisión, su firmeza y su optimismo, aun en los peores momentos! Cinco Palmas quedará como página gloriosa de nuestra historia por su épica de resistencia y de fe en la victoria, tal y como fue la Protesta de Baraguá frente al Pacto del Zanjón o el glorioso 11 de octubre de 1868, cuando después de proclamar en La Demajagua su determinación de Independencia o Muerte, Carlos Manuel de Céspedes marchó sobre el poblado de Yara. Allí se produjo una dura derrota para el naciente Ejército Libertador, rechazado y sorprendido por el fuego enemigo. Los cubanos se dispersaron desordenadamente y solo quedaron junto al Padre de la Patria once combatientes. Alguien del grupo, angustiado probablemente por el revés, exclamó: "¡Todo se ha perdido!". Entonces Céspedes, con firmeza y energía, respondió: "¡Aun con doce hombres: bastan para hacer la independencia de Cuba!". Así ha sido siempre nuestra historia. GRANMA
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