Fundación del Segundo Frente Oriental YAIMA PUIG MENESES SEGUNDO FRENTE, Santiago de Cuba.—Una historia de combates y victorias se tejió entre estas montañas. Una historia de hazañas heroicas y amor a la libertad que nació 55 años atrás, cuando un puñado de guerrilleros partió el primero de marzo de 1958 desde Pata de la Mesa, en la Sierra Maestra, dispuesto a jugarse la vida en una misión difícil, pero de incalculable valor para la victoria definitiva de la Revolución cubana. Liderada por el recién nombrado Comandante Raúl Castro Ruz, la Columna número 6 Frank País García tenía la encomienda del Jefe del Ejército Rebelde, Fidel Castro Ruz, de abrir una nueva zona de operaciones en el norte montañoso de la entonces provincia de Oriente, en la Sierra Cristal, y extender la guerra a otros frentes de combate. Así, luego de largas y riesgosas marchas para llegar a la nueva zona de operaciones, nació el Segundo Frente Oriental Frank País García. Era el 11 de marzo de 1958. Se continuaba entonces el plan ideado por Fidel de ampliar los escenarios de combates. HISTORIAS DE COMBATES Y VICTORIAS Apenas surgía el Segundo Frente Oriental y ya dejaba grandes huellas en la historia. Una de las primeras acciones que hizo el entonces Comandante Raúl fue recorrer la zona para organizar a los campesinos, conocerlos, hacerlos sentirse parte de la lucha que se libraba. Todo ello facilitó la compenetración que llegó a existir entre el Ejército Rebelde y la población, lo cual fue una importante carta para el triunfo definitivo. De esta forma, en la medida que el Frente se fortalecía, se perfilaba su estructura estatal y con ello el funcionamiento de diferentes departamentos donde los guerrilleros se enfrentaron a tareas organizativas en el pleno teatro de la guerra. "Cuando Raúl funda el Segundo Frente no hay duda de que traía consigo una experiencia como político y como militar muy grande y era ya un jefe experimentado", valoraría en una entrevista realizada en el año 2008 la combatiente de este Frente, Asela de los Santos. Producto de la organización alcanzada por el Comandante Raúl Castro, prácticamente se puso en funcionamiento un Estado dentro de otro Estado de la República. Se llegaron a dominar 12 mil kilómetros cuadrados en territorios pertenecientes a las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo, en los cuales existían gran cantidad de centrales azucareros y asentamientos poblacionales. Las estructuras y métodos de dirección desarrollados allí, constituyeron de cierta forma las bases para el futuro gobierno que se crearía al triunfar la Revolución en enero de 1959. Además de la Comandancia Central, Raúl ordenó crear departamentos de Guerra, Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Construcción, Finanzas, entre otros. Los departamentos se convertirían así en pilares estratégicos sobre los que descansó la organización y superación colectiva en las áreas de operaciones. Los resultados de tales decisiones se extendían poco a poco hasta la población campesina. Surgían así caminos, escuelas, hospitales... En el año 2008 José Ramón Machado Ventura, uno de los principales artífices del desarrollo sanitario en estas serranías, recordaría que lograron consolidar hospitales en 19 lugares de la zona, lo que no quiere decir que todos trabajaran a la vez, pero si llegaron a funcionar simultáneamente hasta ocho, y varios dispensarios donde había un enfermero o un estudiante de medicina. Allí se desarrolló la fuerza aérea rebelde y se logró arrebatar gran cantidad de armas al enemigo. Durante la contienda derribaron aviones, tomaron cuarteles y guarniciones. Así, poco a poco, el apoyo logrado de la población, conjuntamente con la extraordinaria organización y combatividad de estos hombres y mujeres, permitió rechazar cada vez con más fuerzas el empuje enemigo, consolidando importantes victorias para el Ejército Rebelde. En este Frente se realizaron además, el Primer Congreso Campesino en Armas y el Congreso Obrero en Armas, en el poblado de Soledad de Mayarí Arriba. En ambos eventos se apoyó al Ejército Rebelde, ratificándose sus aspiraciones a la independencia y la libertad, al tiempo que se consolidaba la unión obrero-campesina, la lucha contra el latifundio y la concreción de la Reforma Agraria una vez alcanzado el triunfo revolucionario. A mediados de diciembre el Comandante en Jefe Fidel Castro emitió a través de Radio Rebelde la orden de que las columnas del Segundo Frente avanzaran para sitiar y rendir cuarteles en la zona comprendida entre Cueto, Mayarí, San Luis y Guantánamo. ¡Y la misión fue cumplida! Una a una fueron asediadas, cercadas, atacadas y conquistadas las diferentes posiciones enemigas: El Cristo, Alto Songo, La Maya, San Luis, Río Frío, Mayarí, Caimanera, Baracoa, Sagua de Tánamo y otros puntos importantes. Cincuenta años después, en el 2008, el general de división Antonio Enrique Lussón, combatiente del Segundo Frente Oriental recordaría las emociones vividas por él y sus compañeros de lucha cuando tuvo lugar la toma de La Maya en diciembre de 1958, último bastión enemigo entre las ciudades de Guantánamo y Santiago de Cuba. HAZAÑAS DE INFINITO AMOR, RESPETO Y LIDERAZGO En pocos meses los combates y victorias de los guerrilleros del Segundo Frente Oriental hicieron historia. Pero también allí se desarrollaba una obra de infinito amor, respeto y liderazgo revolucionario. La mujer cubana tuvo también su papel protagónico y como en la manigua mambisa, supo ganarse un lugar en las serranías con sus muestras de firmeza y coraje. Los propios combatientes del Frente reconocen cuanto significó para ellos la presencia femenina en las montañas pues los ayudaba a comportarse mejor, a disciplinarse más. Poco a poco, las féminas se constituyeron en un grupo de combatientes vitales, donde la inolvidable Vilma Espín desempeñaría un papel protagónico, buscando siempre la forma de ayudar, de proteger, de explicar. Se unirían así el pensamiento político-militar del Comandante en Jefe Fidel y las cualidades organizativas de Raúl, quien supo ganarse el respeto y cariño de sus compañeros, en los cuales inculcó siempre una disciplina extraordinaria: severo siempre que fuera necesario, pero también muy humano. En el año 2008, cincuenta años después de la fundación de este Frente, José Ramón Machado Ventura valoraba aquellos días: "Nada podría premiar más aquella lucha que comprobar que la Revolución había roto todo el pensamiento que podían tener el mundo y el imperio de un país como Cuba, que había logrado el respeto y la admiración del mundo, y devuelto la esperanza de tantos hombres y mujeres". "Pero nada de ello habría sido posible de no ser por las ideas que desde el principio prevalecieron en Fidel y de lo que sucedió después, porque nosotros hemos tenido el privilegio de escucharlo cientos de veces", consideró. Al referirse a su relación con Raúl diría: "Raúl es para mí un hermano. Y esa no es una simple frase para decir por decir que somos hermanos: ¡para mí es un hermano!, desde las relaciones como las hemos mantenido en aquellos momentos en que nos conocimos en la Sierra hasta ahora. "Sin embargo, dentro de esa hermandad existe la jerarquía y nosotros, en ese sentido, hemos tenido el mayor respeto, la mayor consideración, y él hacia mí, yo creo que más de la cuenta", reflexionaba Machado Ventura. El propio líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresaría en una ocasión que "el Segundo Frente Oriental Frank País fue modelo de organización, de eficiencia y desempeñó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra". Pero el Segundo Frente Oriental aún no termina de escribir su historia. Cincuenta y cinco años después de aquella estratégica decisión del Comandante en Jefe estas serranías continúan preñadas de sus ideas y enseñanzas. Se trata pues de un privilegio incomparable. Haga entonces cada uno su parte del deber y nadie podrá vencernos. GRANMA
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