Patricio Dueñas Barra
Este mes se cumple medio siglo de la proeza gloriosa en que campesinos, obreros, estudiantes e intelectuales, corrieron al llamado de su Patria, asumiendo su rol de milicianos, junto al Ejército Rebelde y a la Policía Nacional Revolucionaria, en defensa de su libertad y de su independencia. Playa Girón en la costa sur de Cuba fue el punto principal de desembarco el día 17 de abril de 1961 de las fuerzas mercenarias entrenadas por la CIA. La Ciénaga de Zapata constituía una atractiva cabeza de playa para el desembarco de los mercenarios imperialistas. Los miembros de la Brigada 2506 fueron reclutados en Miami y otras ciudades, entrenados, armados, transportados y escoltados hasta su destino final Playa Girón-Cuba por agencias y medios controlados por el gobierno de los EEUU. Dicha fuerza de combate era un batallón reforzado de unos 1500 mercenarios, cuyo objetivo era recuperar Cuba para el imperialismo. Pero en solo tres días el pueblo cubano echó por tierra uno de los planes que el imperialismo concibiera en sus intentos de reinstalar la anexión, y liquidar la institucionalidad revolucionaria; desde este hecho heroico se están cumpliendo ya cinco décadas. El resultado del evento se celebra en todas partes del mundo, porque en inferiores condiciones, pero con dignidad y valentía, las fuerzas patrióticas de campesinos, estudiantes y obreros combatieron contra la mercenaria Brigada de Asalto 2506, sin concederle un minuto de respiro al invasor, hasta imponerle rendición en los campos de Playa Girón. Dos años habían sido más que suficientes para que los logros sociales de la Revolución produjeran profundo sentimiento de identidad en los hijos de Martí, que no estaban dispuesto a retroceder, un pueblo que ya había tomado conciencia de que los cambios que ellos protagonizaron tenían mucho que ver con el bienestar de sus hijos, de sus familias, de su clase, por los conceptos de justicia social, igualdad y dignidad. A las cinco y media de la tarde del 19 de abril, tres días después del desembarco, Girón había sido ya recuperado por las fuerzas revolucionarias. La alegría del heroico pueblo fue emocionante, gritos, saludos y vivas a la Revolución resonaron en muchos puntos de Cuba, de América y del mundo. Aunque los vencidos han intentado explicar durante cincuenta años el grotesco fracaso, la verdad se ha abierto paso ante el resultado triunfal de un pueblo, que esa madrugada saltando de sus camas al grito de Patria o muerte, corría con sus armas en defensa de su revolución, del socialismo, y de la soberanía nacional. Protagonistas para siempre del futuro de Cuba, los combatientes caídos en Girón fusil en mano ante el fuego invasor, fueran pobladores milicianos, policías o soldados, tenían muy claro por qué y para qué defendían su Revolución y ese camino recorrido que ellos construían para las nuevas generaciones. Es esta actitud la que explica cómo se logró derrotar un proyecto criminal que había sido planificado, organizado, financiado y dirigido hasta el último detalle por el gobierno del imperialismo, a través de la siniestra CIA, que hoy actúa con los nombres de USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU) y NED (Fundación Nacional para la “Democracia”). Episodios similares continúan planificándose en las oficinas de la Casa Blanca, en el Pentágono, y en Florida contra la isla socialista, para aplastar el ejemplo de su revolución vencedora, pero Cuba ha sabido responder con cincuenta años de alerta, y una dignidad ciudadana excepcional, propia de un pueblo que rechaza toda forma de anexión. La ciudadanía cubana ha rendido glorias a través de los años a estos héroes defensores de sus conquistas, primeros en la historia en derrotar al imperialismo yanqui en América; mantiene presente el recuerdo de los caídos en defensa del socialismo, y con la fe puesta en los principios y valores cultivados por la lucha y sus organizaciones sociales, gestoras principales de la Revolución Cubana. Para ese pueblo, y para millones de latinoamericanos, la experiencia de Playa Girón es, como el agua y el aire, indispensable para vivir, es el componente de vida que habla de su voluntad popular de caminar a la Patria socialista. Pero además es disposición para morir por ella, en su tierra soberana, garantía de pueblo unido, que supo defender su independencia frente al imperialismo, la libertad, la dignidad, y el principio de compartir pan con justicia. Video de testimonios de milicianos y soldados:
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April 2016
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