![]() El joven presidente Kennedy con el tenebroso director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Allen Dulles. ![]() El presidente Ike Eisenhower (a la derecha) se congratula con su secretario de Estado y ejecutor de la Doctrina Monroe, John Foster Dulles. GABRIEL MOLINA
Los hermanos Allen y John Foster Dulles fueron los arquitectos principales de la Guerra Fría de Estados Unidos contra Cuba, que rebasa ya el medio siglo. No era por gusto ni por ideología. Según el diario The Worker, poseían intereses económicos personales que determinaron su posición respecto a la Isla. Las compañías azucareras Francisco y Manatí Sugar eran controladas por la firma J. Henry Banking Corporation de Nueva York, de la cual era director Allen Dulles, quien desde la CIA fue ejecutor de los planes subversivos de Estados Unidos sobre Cuba, Indonesia, El Congo, Irán y Guatemala. Actuaba en combinación con su hermano John Foster Dulles, secretario de Estado en el gobierno de Dwight Eisenhower. La United Fruit, que llegó a poseer plantaciones en Colombia, Costa Rica, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Santo Domingo y Cuba, en esta Isla poseía 109 700 hectáreas, arrebatadas por habilidosos abogados a indefensos campesinos, así como instalaciones, edificios, maquinarias, ganado y otros bienes. La United se las ingenió para hacer valer sus documentos de posesión —fuesen estos legítimos o falseados—, apropiándose de la mayor parte de las haciendas de Banes, hasta integrar esas tierras en un enorme latifundio. Socios de la poderosa firma Sullivan & Cromwell, además de accionistas de la United Fruit, los hermanos Dulles —junto a la familia Bush, en particular el abuelo—, destinaron bienes por mil millones de dólares al Partido Nazi de Adolfo Hitler, según Karlheins Deschner en su obra The Moloch Dulles. Por su parte, Stephen Kinzers en su libro Overthrow revela que la firma se benefició haciendo negocios con el régimen nazi. Wikipedia registra, además, que John Dulles apoyaba públicamente a los nazis hasta 1935 en que cerró la oficina de Berlín. A pesar de esas infamantes tendencias, pretendieron ser paladines de la democracia. Allen sostenía relaciones personales con Batista, a quien visitó en 1955, para sentar las bases de una especie de sucursal de la agencia, el Buró de Represión de Actividades Comunistas, el tenebroso BRAC. Un documento de noviembre 24 de 1959, desclasificado por el gobierno inglés y entregado a Cuba por la parte norteamericana en marzo del 2001 —en ocasión de la Conferencia Académica Girón 40 años después—, revela que Allen Dulles tenía desde entonces ya madura su estrategia para rescatar a Cuba: presionaba a Inglaterra para impedir la venta al gobierno revolucionario de aviones Hunter de combate que se negociaba, así como toda otra clase de armamentos. Su secreto objetivo era forzar a los cubanos a "solicitar armas a los soviéticos o al bloque soviético"(1), a fin de insertarla en la Guerra Fría y dar credibilidad a su tesis del peligro que representaba la Revolución Cubana para la seguridad de todo el hemisferio occidental. Pretendía repetir el éxito alcanzado con semejante táctica en 1954, que sirvió de pretexto para la operación con que derrocaron al presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz. Allen Dulles presentaba a Cuba como una plataforma de la URSS en América. Solo un mes después de la huida de Batista, ya el gobierno de Eisenhower negó créditos modestos a una delegación del Banco Nacional que los solicitaba pues "los principales cabecillas del régimen derrocado por la Revolución habían malversado o se habían robado 424 millones de dólares de los recursos que en oro y dólares respaldaban al peso cubano"... y fueron recibidos en Estados Unidos, junto a los autores de los más abominables crímenes y abusos contra el pueblo cubano".(2) La radical Ley de Reforma Agraria promulgada a los tres meses, en mayo 17, atrajo enseguida la ira de sus vecinos ya que lesionó sobre todo intereses de la United Fruit, por tanto a los Dulles: "Si le quitáramos a Cuba su cuota, la industria azucarera sufriría rápidamente una rápida caída, causando desempleo generalizado. Muchas personas quedarían sin empleo y comenzarían a pasar hambre¼ una guerra económica", reconocía el Secretario de Estado, Foster Dulles. (3) A solo seis meses de promulgada la Ley, un memorando fechado el 11 de diciembre de 1959 por el jefe de lo que poco después se tituló División del Hemisferio Occidental de la CIA, J. C. King, exhortaba a "analizar minuciosamente la posibilidad de eliminar a Fidel Castro [que] aceleraría grandemente la caída del gobierno¼ " (4) fue aprobado y de modo especial la propuesta de asesinato, como se refleja en la anotación al documento, firmada por Allen Dulles y fechada un día después, el 12 de diciembre. Los Dulles, en nombre de la libertad y la democracia, subvirtieron medio mundo. Su primer descalabro fue en 1961 con Cuba. Hasta cierto punto es natural, aunque injusto, que esos hermanos, socios de la United y de Sullivan & Cromwell, defendiesen sus intereses personales. No se puede pedir peras al olmo. Pero es demasiado desdeñoso de la inteligencia humana hacer creer que los hermanos Dulles actuaron para preservar la democracia y la libertad. Carecían de la franqueza que tuvo en junio de 1961 el presidente de la Esso Standard, B. Rathsbone, al declarar en Copenhague: "No se nos puede reprochar que veamos con sumo disgusto cómo se elabora el petróleo soviético en nuestras refinerías de Cuba". Es prepotencia sin hipocresía. (1) Juan Carlos Rodríguez. Girón, La Batalla Inevitable. Editorial Capitán San Luis, pp. 21. (2) Demanda del pueblo cubano contra el gobierno de Estados Unidos. Editora Política 2000, pp.6 (3) Foreign Relations of the United States (FRUS) Volumen VI Cuba. Citado en Ricardo Alarcón. Medio Siglo de revolución, Prólogo pp. 541 (4) FRUS. Volumen IX .Citado en Tim Weiner. La Historia de la CIA. Random House Mondadori, Barcelona 2008, pp.158 Dos siglos de conspiración (I) Nixon y la bahía de Cochinos (II) GRANMA
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archives
April 2016
|