RAQUEL MARRERO YANES Mientras la guerrilla comandada por Ernesto Che Guevara recorría en Bolivia la zona montañosa cercana al Río Ñancahuazú, afluente del Río Grande, el ejército boliviano trataba de influir con engaños y amenazas sobre los pobladores de la zona. El 6 de julio de 1967 un reducido grupo de hombres, bajo las instrucciones del Che, tomó la población de Samaipata. No obstante la efectividad del golpe, los revolucionarios estaban preocupados por la imposibilidad de hacer contacto con el grupo de la retaguardia, liderado por Juan Vitalio Acuña (Joaquín), pues comenzaban a existir indicios de que tropas armadas norteamericanas trataban de cercarlos.
Tres días después, la columna fue sorprendida en el cañadón del río Ikira, donde fue acribillado el boliviano Serapio Aquino Tudela (Serapio o Serafín), cuando caminaba renqueando con un bastón y sin armas. Serapio, quien era el más joven de los guerrilleros, se había unido al grupo antes de la llegada del Che a Bolivia. Cuentan que le gustaba hablar del futuro y creía desde antes de partir a la guerrilla que "iba a triunfar y a cambiar su fortuna". VEINTIÚN DÍAS DESPUÉS El 30 de julio de 1967, cuando la guerrilla se encontraba en las márgenes del río Rosita, se produjo un choque con el ejército. El grupo logró atravesar el río, pero en el cruce un revolucionario cubano fue herido: el capitán José María Martínez Tamayo. Su temeridad lo llevó a cruzar ese día por un claro, donde cayó impactado por una cerrada descarga. En la acción de rescate que llevaron a cabo sus compañeros murió el boliviano Raúl Quispaya. Martínez Tamayo falleció horas después de ser llevado al campamento. Para dolor de sus compañeros de armas, desaparecía físicamente uno de los combatientes cubanos más queridos, respetados y admirados, que tan valientemente luchó junto al Che en Bolivia. Papi, Ricardo y Chinchu, fueron algunos de los seudónimos que usó Martínez Tamayo durante su intensa actividad como combatiente internacionalista. Había nacido en Mayarí, hoy provincia de Holguín. Al morir tenía 31 años de edad. Fue combatiente del II Frente Oriental Frank País durante la guerra revolucionaria y tercero al mando en la guerrilla del Che en el Congo, desde donde partió hacia Bolivia, siendo el primero en llegar a ese país para preparar la nueva contienda. José María Martínez Tamayo inscribió su nombre en la historia revolucionaria del pueblo cubano, al igual que tantos otros. Por eso recibe también, este 30 de julio, el recuerdo agradecido de su pueblo. GRANMA
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