Hugo Chinea
El 13 de agosto de 1959, en el pequeño aeropuerto de la ciudad de Trinidad aterrizaba un C-47 procedente de Ciudad Trujillo, Santo Domingo, con once pasajeros a bordo; excepto uno, todos eran cubanos, hijos de figuras otrora prominentes del batistato, exmilitares del ejército de Batista, entre ellos el oficial que piloteó el avión en que huyó el tirano. La misión encomendada por Trujillo y la CIA a su grupo de enlace era coordinar un bombardeo y el desembarco de una denominada "Legión del Caribe" con el grupo de "alzados" renegados del Ejército Rebelde, que se habían unido a los bandidos que operaban en el Escambray El mismísimo dictador vitalicio Leónidas Trujillo, más conocido como "Chapitas", por aquello de tener el pecho literalmente cubierto de relumbrantes medallas de indescifrables y dudosos méritos, conducía las operaciones contra Cuba desde hacía meses y había despachado anteriormente vuelos con armamento que fue lanzado en sitios escogidos de montaña. Bajo su personal supervisión se había organizado y entrenado una tropa con el rimbombante nombre de "Legión del Caribe", que solo esperaba sus ordenes para "caer, atacar y ganar", según su divisa. Pero tanto los lanzamientos como el encuentro con los "alzados" habían sido penetrados y controlados desde el principio por la Seguridad cubana, de manera que el Comandante Artola Ordaz, designado para la operación, recibió a los visitantes en el aeropuerto y en el momento oportuno procedió a su detención. En la operación resultaron muertos dos revolucionarios cubanos, un militar y un civil, y otros nueve resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad. Así se engrosaba la lista de los héroes cubanos, en combate contra el imperialismo y sus más serviles secuaces. Una unidad militar cubana había sido alistada para arrestar a los "expedicionarios" de la "Legión del Caribe" apenas desembarcara, pero la dirección del país decidió poner fin al travieso juego con "Chapitas" y denunciar el complot. En Santiago de Chile, reunida la OEA., el canciller cubano, Raúl Roa, con pruebas irrebatibles, denunciaba ante el mundo la abortada conspiración trujillista. ... Y aquellos muchachos del Batallón 315, en fila, de a uno en fondo, en absoluto silencio, iniciaron la trepada a Tope de Collantes dispersándose a la orden de cada Jefe de compañía y de pelotón del lado izquierdo de la carretera, adivinando matas de aroma, seborucos, huecos y bejucos en una noche de boca de lobo. El Arado se destacaba en el cielo marcando una hora que podía estar entre las siete u ocho de la noche. ... "Disparen a todo lo que venga de allá enfrente, ¿oquey?... Den primero el alto... tres veces... ¿está claro eso?... que aquí estamos tirando un cerco a los bandidos... ¡Ah, y el que suelte un tiro por gusto ya sabe que va preso"... Para coger una buena borrachera no siempre hay que beber alcohol, basta ver obstinadamente la realidad de otra manera. Así, por ejemplo, embriagarse de ilusiones hasta el desengaño que viene a ser algo así como las arqueadas después del mucho ron... Y los señores Allen Dulles y Richard Bissell, director y subdirector de Planes de la CIA., respectivamente, enviaron al presidente Eisenhower, a mediados del 59, el siguiente memorando que trasunta un profundo aliento etílico. El último subrayado del texto es el sueño ilusionado y clímax del follón americano: "La fase inicial de las operaciones paramilitares contempla el desarrollo, apoyo y orientación de grupos disidentes en tres áreas de Cuba: Pinar del Río, el Escambray y la Sierra Maestra. Estos grupos serán organizados para una acción guerrillera concertada contra el régimen. La segunda fase se iniciará con un asalto combinado aeromarítimo por fuerzas del FDR en Isla de Pinos coordinado con una actividad guerrillera general en la isla de Cuba. Esto establecerá una base cercana para futuras operaciones. La última fase será un asalto aéreo en el área de La Habana mientras las fuerzas guerrilleras en Cuba se mueven por tierra desde estas áreas también hacia La Habana." El subrayado es mío. Lo único que cambió en sus planes posteriores fue la sede del territorio libre para reconocer un gobierno provisional. Lástima que no conocieran el señor O. Tamayo y su social Norberto Fuentes, que escriben para el Nuevo Herald, en Miami, de este memo para darse cuenta de que la subversión y el bandidismo eran planes del Gobierno norteamericano y de la CIA., su mano derecha, y no de campesinos descontentos con la reforma agraria. Aunque me temo que de conocerlo, lo habrían pasado por alto. La verdad no es su fuerte. El plan de acciones contra Cuba, aprobado por Eisenhower a principios de 1960, comenzó a dar sus frutos. Los agentes CIA, en coordinación con personajes desplazados del poder y de las fuerzas armadas batistianas, oportunistas, vividores y caza fortunas, llevaron a cabo acciones que fomentaron alzamientos en algunas zonas de la provincia de Pinar del Río, Matanzas, Las Villas, Camagüey y Oriente. Un "movimiento guerrillero", cuyo centro logístico estaría en la ciudad de Trinidad, (de acuerdo con documentos del gobierno norteamericano desclasificados), próxima a la cadena montañosa del Escambray, así como los "grupos de opositores" que debían ser alentados y organizados, formaban parte del plan desestabilizador. El centro de la acción bélica contrarrevolucionaria se radicaría en el centro-sur de la Isla, en el Escambray, cuyas bandas, organizadas en grupos poco numerosos operarían como guerrillas, serían nutridas de hombres de cualquier origen reclutados por las organizaciones civiles creadas detrás de las cuales estaría la CIA, y el armamento y otras provisiones suministrados por Estados Unidos mediante bombardeos aéreos de cargas y otros por vía marítima. La guerra librada por los barbudos en la Sierra Maestra habría creado entre exmilitares del ejército de la dictadura y traidores del gobierno revolucionario, alentados por agentes de la CIA, la ilusión de que era posible reeditar la lucha guerrillera, derrocar la Revolución y ocupar, con creces, nuevos grados y cargos en el nuevo gobierno que sería instaurado para volver a ser como antes, favorecidos y bendecidos por el gobierno estadounidense, el mismo que ahora proporcionaba como adelanto todo sustento y recursos posibles. En la aventura se alistaron junto a exmilitares batistianos, anticomunistas rabiosos, resentidos y aventureros de alto pelaje, y también hombres confundidos e incautos campesinos de una serranía que conoció a una fuerza guerrillera asentada allí, cuyas operaciones de guerra se limitaron a cobrar impuestos de peaje, hacer novias, y expoliar al campesinado. Ejemplo de corruptela y marrullerías, aquella guerrilla seudorevolucionaria, comandada por Eloy Gutiérrez Menoyo, ha pasado a la posteridad como "los come vacas del Escambray". Tales fuerzas, que ahora estarían en el poder, debían ser combatidas. Así lo entendieron entonces algunos de los hombres de campo que, con ingenuidad, se unieron y colaboraron con las bandas de alzados; otros fueron obligados a hacerlo bajo amenazas de muerte personal o de toda su familia, según consta en actas e interrogatorios de los bandidos capturados. Los bandidos no poseían ningún programa político, y en consecuencia cada una de las agrupaciones asesinaba y robaba por su cuenta; los intentos de sus patrocinadores por coordinar sus acciones, según documentos incautados pertenecientes a jefes de bandas, resultaron infructuosos debido a que cada uno de ellos quería ser el jefe máximo, algo así como el comandante en jefe. Muchas de las zonas de operaciones de los autodenominados "comandantes" carecían de un territorio propio y se veían obligados a desplazarse de un lugar a otro, a salto de mata, para escapar a la barrida de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR), el Ejército Rebelde y la inteligencia militar, que para entonces había comenzado a operar con éxito. El único programa que podría esgrimir el enemigo era: Derrocar a Fidel Castro y su Revolución a toda costa y costo, pero carecía de autenticidad porque pertenecía al gobierno de los Estados Unidos de América y nunca al pueblo cubano, del que sus mejores hijos combatían y morían ahora mismo, defendiéndola. En la estrategia de la contrarrevolución como he dicho, predominaba la tarea de crear una zona libre en la cual establecer un gobierno provisional, reconocerlo y presentar ante el mundo el hecho consumado. Pero si Trinidad y el Escambray no podían serlo, otra opción estaba en el horno de la cocina del imperialismo: una invasión militar. ... El primer estampido había movilizado el cerco. En la negrura de la noche sin luna unas formas humanas se abrían paso, a gachas, entre la vegetación lanzando ráfagas cortas, multitud de ráfagas que aplanaron a la inexperta tropa en aquella parte del cerco. Luego volaron sobre las improvisadas trincheras sin dejar de disparar, unos hincados de rodillas mientras otros se alejaban con toda rapidez ganando la espesura del monte. ... Al amanecer, sobre las mochilas de lona verde-olivo y de las ropas, se transparenta una delgada capa de sereno congelado. Cuesta trabajo levantarse sin dar tumbos sobre las piernas de pies redondos, dormidos por el frío. Felo, que había sido relojero, no se levantó. No pudo. Tenía el pecho atravesado por una ráfaga de San Cristóbal... La CIA y la contrarrevolución crearon más de una decena de organizaciones para liquidar a la Revolución. Todo un enjambre de ellas, con nombres tan rocambolescos como: Agrupación Hermandad Montecristi; Movimiento Demócrata Cristiano; Movimiento Revolucionario del Pueblo; Frente Anticomunista de Liberación; Directorio Revolucionario Estudiantil, y una con reminiscencia militar de la Francia allende: Legión Democrática Constitucional, parteada por el expresidente cubano Carlos Prío Socarrás y Tony Varona, viejos camajanes de la eterna política del pegado al jamón. A los cubanos siempre se les critica sacar a la CIA para todo. Y es que o no saben o no quieren saber que la CIA está en todas partes, en este caso como el diablo, detrás de las acciones y operaciones que fraguan los enemigos de la Revolución cubana y, en su vanguardia, el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica. (Finaliza en la próxima entrega) GRANMA
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